Programa de Escuela para Padres

07.01.2015 21:17

    La familia constituye la principal institución social del ser humano. Aparece en todas las sociedades y culturas y tal y como se expuso en el Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en 1987, la familia es el ámbito natural de desarrollo de los menores.  En su seno se dan  una serie de funciones necesarias y básicas para todos sus miembros, pero, sin duda, es el entorno más importante para los hijos/as, pues para ellos representa la base con la que van a ir creciendo y definiéndose como personas y futuros adultos.

      Los lazos familiares son tan fuertes, que incluso cuando el sujeto alcanza la independencia y la madurez, sigue necesitándola. Y es que, a través del día a día, todos los miembros de la familia vamos a aprendiendo, vamos creciendo, asimilando valores, sentimientos, situaciones…un sinfín de vivencias que hacen de la familia la principal escuela de la vida. Por este motivo, es muy importante llevar una vida familiar ordenada, siendo una responsabilidad vital de los padres y madres.  

     Sin embargo, en muchas ocasiones el ambiente familiar no es el deseable, por lo que se hace necesaria una intervención para intentar cambiar la situación y garantizar un mejor entorno en el que el niño o la niña crezcan. La Escuela de Padres es uno de los muchos mecanismos que se ponen en marcha ante estos casos.

     Este tipo de programa está orientado preferentemente a aquellos padres y madres  que son derivados a ella por los Servicios Sociales Municipales, aunque también pueden acceder familias procedentes de otras vías.

     La Escuela de Padres se contempla como un espacio de información, formación y reflexión sobre temas relacionados con las funciones parentales. Pretende ser un recurso de apoyo a las familias con menores para garantizar un desarrollo adecuado de sus funciones educativas y socializadoras, evitando así la aparición de situaciones de necesidad o riesgo social.

     Para ello, se crean unos espacios de reflexión sobre las situaciones cotidianas que se dan en el seno de las familias y sobre criterios básicos de funcionamiento del grupo familiar. De esta forma se puede detectar los problemas que afectan a la familia o alguno de sus miembros y poner en marcha diversos mecanismos que garanticen una mejora. Durante el proceso de enseñanza, se proporciona a los padres y madres diversos recursos y habilidades que hagan posible un crecimiento integral de los hijos y del grupo familiar.

     Otros de los aspectos que se pretende es que los progenitores conozcan las características evolutivas y necesidades de sus hijos, pues no es lo mismo tratar con un niño que con un adolescente.

     Todo ello se enmarca en una metodología y un desarrollo dinámico, abierto y creativo. El ambiente que se debe construir dentro del grupo debe ser ameno, en el que se favorezca la comunicación e interacción entre los distintos componentes del grupo formativo. Y es que  los grupos que se crean también consiguen favorecer y mejorar la comunicación con el entorno comunitario.

     Lo que se pretende con este programa, en definitiva, es conseguir cambios de conductas negativas a positivas y la adquisición por parte de los progenitores  de pautas saludables de dinámica familiar a través de la identificación, con base en su experiencia diaria, de cuáles son los problemas más acentuados que se presentan en la educación de sus hijos, y, en general, en la vida familiar.